
Se acaba el año…
un año de seis meses…
con días de doce horas…
y minutos de treinta segundos…
un año en donde las estaciones cada vez fueron más efímeras…
el calor pisando los talones al frío…
Y la lluvia persiguiendo al sol sin descanso…
Los momentos transcurren sin pausa…
con la rapidez de quien los disfruta al máximo…
pero sin recrearte en exceso…
lo justo y necesario en cada momento…
con el miedo de quien ve como la vida camina al galope…
mirando hacia atrás de reojo…
mirando el camino que se va trazando…
preguntándose si los baches son pequeños incordios de la vida…
calculando el daño que se acrecienta año a año….
Un año de miedos…
de dudas…
de cambios…
de estabilidad….
Un año de ampliaciones…
un año de crecimiento personal…
un año optimista dentro de ese pesimismo melancólico que rodea toda mi vida….
Un año de amigos…
nuevos, viejos y olvidados compañeros…
de amistades confirmadas…
Un año en el que siento como he crecido…
o como me han hecho crecer...
En donde mis ojos buscan el cielo…
buscando una explicación a esos momentos en los que me siento feliz...
como si fueran un regalo...
preguntándome si de verdad los merezco...
o son golpes de suerte que van y vienen sin ninguna intención...
Un año en el que me siento…, simplemente…, yo….
Esta canción la escuchábamos en el coche mientras íbamos camino de la residencia, con contracciones cada tres minutos....
Esta canción siempre irá ligado a un acontecimiento: