martes, 24 de marzo de 2009

Dejando pasar el tiempo...

Rizos al sol...





Ayer volví a ver la película “Juno”…
y cada vez que la veo…, descubro un sentimiento oculto de mi personalidad…
una identificación del hombre con la vida más amarga…
la búsqueda de un sentido a nuestros actos más inocentes…
la relación entre el hombre y el mundo que nos rodea…

Desde la primera vez que la vi…
me cautivó esa adolescente llena de sarcasmo…
de respuestas afiladas y rápidas que se te clavan en el corazón como espinas afiladas…
que crean un muro infranqueable entre sus dudas y sus miedos más ocultos con el mundo exterior…
ese mundo que parece no ir con ella…
pero que camina paralelo a sus actos…

La adolescencia y sus culpas, frustraciones e inseguridades…
unos años que todos hemos vivido en algún momento de nuestras vidas…
a veces rozando el pasotismo…
a veces rompiendo esquemas y tomando decisiones impropias de la edad…

Desde el principio…
la banda sonora se convierte en el complemento perfecto…
la sencillez de las canciones…
la sosegada voz de Kimya Dawson parece querer instalarse en tu cabeza…
convirtiéndose en pequeños cortes sentimentales que te hacen vibrar el corazón…


Cuando observo a mi niña…
con esa mirada que parece querer transmitir su imaginario mundo…
que te pide respuestas a lo imposible…
me siento frágil…
lleno de dudas…
inmerso en un mundo de incertidumbres que me hacen vacilar…
como si no hubiera traspasado el muro que me lleva a la edad adulta…
como si las ideas aún quisieran recuperar la adolescencia perdida…

Las decisiones que antes tomaban por ti…
ahora te pertenecen para decidir otra vida…
con el miedo a equivocarte…
la frustración de no poder hacerlo mejor…
el inconformismo y la búsqueda de la perfección ante las equivocaciones pasadas…
y la voz de Kimya Dawson surgiendo de la nada…
pidiéndome calma…
sosiego...
esperanza...
Todo saldrá bien…

Versión de la canción en el final de la película: