Fueron apenas diez minutos…
en silencio…
sentado en las rocas…
rodeado de gente anónima…
que seguro…, sentía lo mismo que yo…
Fueron apenas diez minutos…
en los que vi pasar los momentos más felices de mi vida…
los más locos…
los irrepetibles…
y en seguida supe que jamás se volverían a repetir…
sentí como esos años habían volado como quien pasa la página de su libro favorito…
Me imaginé allí sentado hace quince años…
cuanto todo lo relativizaba al momento…
cuando el mañana era un mundo por recorrer muy lejano…
y sonreí…
A la cabeza me vino la canción “Alone again or” de Love…
y escuché esa suave guitarra que auguraba un final felíz…
el final de aquel sueño hippie que había inundado la década de 60…,
aquel mito de amor libre y paz que poco a poco se iba haciendo pedazos…
Me encantó como la melancolía de la canción se apoderaba de mí…
como los arreglos de cuerda y trompeta volaban hacia ese rojo horizonte…
como esa voz cargada de tristeza ambientaba la escena a la perfección…
Y me dejé llevar…
hasta que el frío de la noche se apoderó de mí…
